¿Qué es el Catfishing?
El auge de las redes sociales y las aplicaciones de citas ha transformado por completo la manera en que interactuamos, creando nuevas formas de conectar con otros sin importar las distancias. Sin embargo, este mismo entorno digital ha dado paso a riesgos significativos y prácticas engañosas, como el catfishing. Esta estafa consiste en la utilización de información y/o imágenes falsas por una persona que, con finalidades maliciosas, construye una identidad, con el objetivo de engañar, manipular emocionalmente o incluso estafar a un tercero.
El término catfishing se popularizó tras el documental de 2010 Catfish, donde Nev Schulman relata su experiencia al iniciar una relación en línea con una joven llamada “Megan”, que más tarde descubre ser una mujer mayor con una identidad completamente falsa.
¿Cómo funciona este fraude?
En el contexto de las interacciones en línea, el catfishing se refiere a la creación de una identidad ficticia con la intención de engañar a otra persona. Tal como un pescador utiliza un señuelo para atraer y capturar a un pez, un catfisher utiliza un perfil falso, generalmente con información y fotos robadas, para atraer y manipular a sus víctimas. Esta estafa puede tener consecuencias emocionales y financieras devastadoras para quienes caen en la trampa.
Además de las consecuencias emocionales y financieras que esta práctica puede causar, los estafadores suelen buscar obtener imágenes íntimas de sus víctimas, que posteriormente utilizan para chantajearlas en lo que se conoce como sextorsión. También pueden aprovecharse de la información personal compartida por terceros para cometer delitos como el robo de identidad.
La práctica del catfishing paso a paso
Los estafadores suelen seguir un proceso bien planificado y sistemático para ganarse la confianza de sus víctimas y aprovecharse de ellas. Desde la creación del perfil hasta lograr crear un vínculo lo suficientemente fuerte como para influir en las decisiones de la persona afectada. A continuación, te explicamos paso a paso cómo operan estos ciberdelincuentes.
- Creación de una identidad falsa: el estafador diseña un perfil ficticio en redes sociales o plataformas de citas, utilizando fotografías y datos personales robados para dar más credibilidad.
- Primer contacto: a través de mensajes privados o solicitud de amistad buscan crear interés o curiosidad inicial a la persona por la cual se han interesado.
- Construcción de la relación: se va desarrollando una relación emocional con la víctima a través de conversaciones frecuentes y detalles personales falsos. Esta relación se limita al medio online, ya que el estafador o ciberdelincuente ofrece excusas constantes, como problemas técnicos con su dispositivo o viajes repentinos, que le impiden mostrarse en persona o por cámara.
- Manipulación emocional: mediante la utilización de historias conmovedoras, como tragedias familiares o problemas de salud, el estafador busca la empatía y confianza de la víctima.
- Solicitud de dinero o favor: una vez establecida la relación, el ciberdelincuente comienza a solicitar una ayuda por lo general económica, que justifica con emergencias médicas, deudas o situaciones desesperadas repentinas. También existe la posibilidad de que solicite contenido o conversaciones subidas de tono para posteriormente chantajear, esta práctica es conocida como sextorsión. Nunca compartas contenido íntimo con nadie y si tienes dudas, consulta recursos confiables como nuestra infografía sobre sexting: riesgos y precauciones.
Señales de alerta e indicadores de catfishing
Identificar a tiempo un caso de catfishing puede marcar la diferencia entre protegerte o caer en su trampa. Los estafadores suelen emplear tácticas recurrentes para generar confianza y aprovecharse de las personas. Si detectas algunas de las siguientes señales, actúa con cautela:
- Si te venden un cuento de hadas, desconfía: No todo es tan perfecto como parece, mantén la cautela. Este factor puede ser creado a conciencia para atraer emocionalmente a sus víctimas.
- Presencia mínima o sospechosa en redes sociales: un perfil demasiado perfecto, con pocas publicaciones o actividad reciente puede ser motivo de desconfianza. También es habitual que estos perfiles tengan pocos amigos o seguidores y carezcan de interacciones auténticas.
- Historias inconsistentes: a menudo las mentiras que cuentan los estafadores cambian o tienen detalles que no encajan bien, lo que puede ser una señal de que están mintiendo. Además, si notas que las respuestas a tus preguntas no son claras, es probable que estés tratando con alguien que no es honesto sobre su identidad.
- Apegos románticos intensos: suelen buscar crear un vínculo emocional rápido mediante halagos excesivos, mensajes románticos y promesas de un futuro idealizado. Si alguien muestra un nivel de compromiso y afecto desproporcionado en muy poco tiempo, es prudente mantener la cautela.
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