IVERES en el IFCN
El objetivo final de IVERES es proporcionar una herramienta que facilite el trabajo periodístico con la ayuda de la inteligencia artificial aplicada en los Servicios Informativos del ente público por lo que persigue, a rasgos generales, lo mismo que el IFCN. Ambos trabajan en monitorear los formatos y hacer un seguimiento del impacto de la verificación.
Protocolos inexistentes
Se han llevado a cabo pactos puntuales para proteger periodos electorales en Europa con algunos medios pero, a día de hoy, no existe ninguna conexión ni tampoco ningún protocolo establecido. Carlos Hernández Echevarría, coordinador en políticas públicas del fact-checker español Maldita.es, nos cuenta que su empresa trabaja con las entidades para verificar a diario algunos temas o porque éstas se interesan por una noticia en concreto, pero, alerta de un riesgo: “No se puede aceptar que una institución pública te imponga lo que es mentira o no”.
Sergio Hernández, responsable de EFE Verifica, asegura que la desinformación “es muy rentable porque consigues mucho resultado con muy poca inversión”
Herramientas de verificación
Los investigadores presentes en Oslo han encontrado 134 herramientas y servicios de verificación de datos. En la ponencia Tecnología y Fact-checking titulada ‘Tecnología al rescate’, el profesor de la Universidad de Bergen, Carl-Gustav Lindren, ha puntualizado: “Los enfoques varían, pero todos parecen compartir el objetivo común de proporcionar información verdadera y confiable a un usuario, ya sea un periodista, un responsable de la toma de decisiones, un empresario, político o particular”.
La idea de una plataforma de verificación de datos completamente automatizada que pueda detectar un fake en tiempo real, y proporcionar instantáneamente una calificación sobre su precisión parece seguir siendo desafiante, a pesar de algunos avances.
Dado el mínimo coste que tiene lanzar bulos, la inmediatez es exigible. Ante una noticia posiblemente falsa, el ciudadano contacta con las empresas de verificación a través de WhatsApp. Un chatbot creado por las mismas organizaciones les responde según una base de datos. A partir de allí, se investiga con las propias fuentes y con la ayuda de la inteligencia artificial.
Plataformas más usadas
Entre las herramientas más comunes para comprobar la veracidad y la fiabilidad de unas imágenes está el llamado inicialmente Invid (In Video Veritas, https://www.invid-project.eu/). Esta herramienta standalone o compatible como plugin de Chrome permite comprobar los metadatos (fecha publicación, lugar de grabación, duración, canal donde se aloja, fecha de creación de este canal…) de un vídeo de YouTube o de redes sociales para confirmar que no ha sido editado ni manipulado. Además, permite hacer una búsqueda inversa para llegar a la fuente y, entre otras funcionalidades, puede ampliar con detalle una imagen a través de la lupa, reconocer caracteres de una fotografía…
Otra herramienta muy común entre los verificadores es el Crowd Tangle que permite rastrear los enlaces compartidos en redes sociales. Los periodistas pueden usarla para comprobar el impacto de una noticia, de momento, sólo publicada en Facebook, Instagram, Twitter o Reddit.
Si lo que buscamos es identificar imágenes manipuladas o falsas, podemos recurrir a Assembler, un detector de deepfakes para descubrir caras falsas. Se trata de una plataforma que con sólo subir una imagen se analizan pegado de píxeles para ocultar detalles, cambios en la saturación o el brillo.
Para cuando queremos saber quién capturó una imagen o dónde está su origen, tenemos el TinEye, un motor de búsqueda que tiene anexadas más de 16 billones de imágenes con dos funciones en la opción TinEye Labs: Multicolr (permite encontrar imágenes con un mismo color) y Extract Colors (permite localizar fuentes de colores con sólo subir una imagen o añadir una URL).
La geolocalización de Google Maps permite identificar un escenario en función de las sombras y los relieves. Además, la herramienta Plus Codes, basados en la latitud y la longitud, ayudan a definir una ubicación específica para una dirección convencional y lo hace a través de un sistema de cuadrícula y un conjunto de 20 caracteres alfanuméricos. Por ejemplo: JJXX+HR8, Seattle. Es muy útil si queremos identificar las entradas varias que pueda tener un edificio.
Google también ofrece la búsqueda inversa de imágenes con Google Images y la búsqueda de verificaciones a través del Google Fact Check Explorer. Se trata de una herramienta pensada para periodistas, investigadores y verificadores de hechos, por eso probablemente es poco conocida, pero puede usarla cualquiera.
A contrarreloj
Precisamente por motivos económicos, el tiempo que se tarda en verificar importa. Lo asegura con rotundidad la directora general de Chequeado (proyecto de la fundación La Voz Pública, un medio digital sin fines de lucro que verifica el discurso público y trabaja para la verificación y apertura de datos), Laura Sommers: “Los chequeadores en todo el mundo tenemos clarísimo que el tiempo cuenta, que cuanto antes reaccionemos frente a la mentira, más posibilidades tenemos”.
En este sentido, es muy necesaria la generación de alianzas desde el proyecto IVERES, ya que cuántos más agentes, medios de comunicación y entidades estemos unidos en esta lucha, más eficaz será el trabajo ingente que realizan centenares de verificadores de todo el mundo.